Recuerdos encubridores
Cada vez que la
pesadumbre la acosa, hasta dejarla sin aliento, ella se trepa al árbol de la
infancia. Desde lo alto, respira aliviada el aire juguetón, se mece con la
brisa y el rocío la ilumina mientras platica con todos sus amores. Cuando
oscurece cae, mansamente, para volver a empezar.
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