COMPULSIONES

¡No soportó más! Si no hacés una consulta nos separamos. ¡Estás loco! Te lavás las manos unas quince veces por día, revisás tres o cuatro veces si cerré bien la llave de paso del gas, abrís chiquicientas veces la ventana para ver si el auto está dónde lo dejaste, estirás las sábanas de la cama antes de acostarnos y durante la noche… ¡No te aguanto más!

Rafael se levanta, al día siguiente, decidido a hacer algo para salvar la relación con su mujer. Vuelve del trabajo con un ramo de flores. Tira, con descuido, las llaves del auto que vuelan por el aire y caen en el piso, pero no las levanta. Se sienta a cenar sin pasar por el baño. Sube al dormitorio sin pasar por la cocina. Vuelve a la cama y arruga las sábanas. Comienzan con el juego amoroso. Se escucha una alarma. Él salta de la cama ajustando la sábana de abajo y abre la ventana. Le están robando el auto.

-¡Vos no cambias más!, solloza ella.
-¡Es esta maldita inseguridad!, responde él y  corre a lavarse las manos al baño.

2 comentarios:

  1. Hola Graciela. Ha sido un gusto conocerte en el curso. Aquí me quedaré un buen rato a leerte.

    Un abrazo.

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    1. Hola Sara, bienvenida al blog!
      Para mi también fue un placer compartir el Taller con vos.
      Saludos,

      Graciela

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