Final


Un golpe en el corazón.
Siempre le obsesionaron los finales. Quizá fuese una manía de viejo ajedrecista que había pasado muchos años analizando remates.
De todos modos, con la vida era otra cosa.
Los repasaba una y otra vez, como si fuese la última; empecinado en no olvidar ningún detalle. Finales con nombre propio.
Ana, la parturienta que murió desangrada minutos después de dar a luz a su hija en el campo de concentración El Vesubio, en los oscuros años de la dictadura militar argentina.
Mateo, el que intentó nacer cuatro veces pero murió cada vez, luego de intentos fallidos de fertilización asistida, en una recoleta clínica de San Isidro.
Inés, la que se lanzó, decidida y sin aliento, al abismo de aquel asfalto seco y frío una noche de invierno en la solitaria Mar del Plata.
Joaquín, el que se fue flojo de ropa y de recuerdos, así nomás, sin quererlo pero sin poder evitarlo, una tarde cualquiera, en cualquier lugar.
Todos finales para recordar. Pero sólo aquel, ocurrido muchos años después, ordenó la serie.
Desde entonces, y para siempre, la muerte de su padre fue la primera.
Desde aquel soleado, cálido e inolvidable día de abril, no hubo jamás otro final que un golpe en el corazón.


                                                                                                                          





1 comentario:

  1. Me emocionó hasta las lágrimas!!!
    Es lindo cuando las palabras pueden decir lo que el corazón siente!! Me gustó mucho. Felicitaciones!!! Lilián

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